Sin saberlo, hemos estado en contacto con el Coaching desde siempre, incluso desde antes de que se conociera como tal . Lo podemos observar en muchos ámbitos de la vida en sociedad, en los deportes, en las artes, en oficios y profesiones. De hecho, sus orígenes se remontan a las antiguas civilizaciones griegas, las cuales ya contaban con un estilo incipiente de lo que es hoy el Coaching; esto para desarrollar sus habilidades filosóficas, como Sócrates y su discípulo Platón, pero , ¿Es necesario el coaching?.
Ahora, es normal que muchas empresas o instituciones se acerquen a los Coaches de negocios para transformar de forma estructural alguna parte de su organización y lograr un cambio en beneficio de sus utilidades o para el alcance de objetivos y metas.
A grandes rasgos, el Coaching ayuda a las organizaciones a descubrir algunas oportunidades de mejora dentro de la organización, oportunidades que no siempre están a simple vista y solo pueden descubrirse mediante un análisis o un agente externo y ajeno a la situación. Habiendo descubierto estas áreas de oportunidad, por medio de estrategias y procesos ayuda a su Coachee (Cliente) a hacer realidad los compromisos hechos para con su organización, sus equipos y consigo mismo.
Haciendo una analogía con los deportes, el Coach es ese personaje que no juega el partido o el juego, sino que orienta a los jugadores para que puedan ganarlo, analiza su comportamiento, su juego, fortalezas y debilidades para, con base en esos resultados, programar estrategias enfocadas a “ganar” el partido.
Asimismo, por medio del desarrollo de sus habilidades analíticas, de comunicación y motivación, consigue empujar el desarrollo del o las áreas para las que presta sus servicios. Un proceso de Coaching puede desarrollarse para los equipos de las empresas, para la empresa en su totalidad, o para los principales líderes. No debemos olvidar que, entre más desarrollo de líderes exista dentro de una organización, el crecimiento de esta va a desarrollarse en la misma medida, es decir, manteniendo una proporcionalidad directa.
Las empresas, en general, necesitan un Coach para poder desarrollar su máximo potencial, así como progresar en el impulso de líderes para un mayor crecimiento y crear canales de comunicación dentro y fuera de la organización para un mejor desempeño.
Invertir en el Coaching es necesario y se ve reflejada no solo en un incremento en los números, sino también en todas las áreas de la empresa, disminuyendo debilidades y consolidando las fortalezas de la organización, una mejor comunicación, mejores relaciones entre colaboradores y vínculos dentro y fuera de la empresa, un ambiente laboral más adecuado, y el alcance de metas y objetivos más altos.
Cabe mencionar que el Coaching es una Tecnología de Inteligencia y Acción, debe observarse como un proceso sólido y duradero, y no como una mejora superficial, instantánea y fugaz. Es más bien un acompañamiento para el análisis y la creación y ejecución de estrategias que llevan a la organización en cuestión a un mejor puerto.
El Coaching es necesario, en las últimas décadas, ha pasado a ser la estrategia de negocios más solicitada y rentable para la mejora y transformación de las organizaciones, por lo completo de sus servicios y debido a que consiguen el desarrollo del Coachee (Cliente), lo que puede ser mejor explicado por medio del famoso proverbio: “Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.
